Si no se trata, la depresión posparto puede afectar el vínculo entre la madre y el hijo, y causar problemas familiares.
- En la madre. La depresión posparto que no se trata puede durar unos meses o más y, a veces, se transforma en un trastorno depresivo continuo. Es posible que la madre deje de amamantar, tenga problemas para relacionarse con el bebé y para cuidarlo, y corra un mayor riesgo de suicidarse. Incluso cuando se trata, la depresión posparto aumenta el riesgo de una mujer de sufrir episodios futuros de depresión mayor.
- En el otro progenitor. La depresión posparto puede tener un efecto dominó y causar tensión emocional en todas las personas cercanas a un bebe recién nacido. Cuando la madre está deprimida, también puede aumentar el riesgo de depresión del otro progenitor del bebé. Además, es posible que el otro progenitor ya tenga un mayor riesgo de padecer depresión, independientemente de si su pareja está deprimida o no.
- En los niños. Los hijos de madres que sufren depresión posparto y no reciben tratamiento son más propensos a tener problemas emocionales o de comportamiento, como dificultades para dormir o para comer, llanto excesivo y retrasos en el desarrollo del lenguaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario